sábado, 22 de noviembre de 2008

Argentina... Sueño o Realidad (primera parte)

Tras 21 días de un hermoso sueño, he vuelto a la realidad y es que ese estado fantástico que se evoca o se vive, no es, ni fue, exclusividad de Martin Luther King, por su sueño en contra de los prejuicios raciales, ni de los Estados Unidos de Norteamérica, por su famoso sueño americano, que tal vez para la mayoría, nunca ha dejado de ser tan sólo eso, un sueño; aunque consabido es, que en otros lugares como el nuestro, hay quienes más bien viven una pesadilla.

Cualquier ciudadano del universo, donde quiera que se encuentre, tiene el derecho de soñar, a pesar de que absolutamente todos cuentan con sus incontrovertibles realidades y hasta desgracias, sin el deseo de parecer pesimista porque denuncie el aspecto desfavorable de las cosas, sino que, por el contrario, realmente espero lo mejor, al albergar que un día... allá... a lo lejos, tal vez pueda ser diferente...

Argentina es sueño, porque contemplar su belleza, majestuosidad, riqueza y movimiento comercial, entre muchos otros atributos, es algo muy propio de las irrealidades que consumen las vidas de los supuestos países en desarrollo, como el nuestro, a pesar de que se le considera pseudo metrópoli, por su posicionamiento en la comunicación y tecnología, entre otras pocas cosas de subjetiva importancia.

Es realidad y desgracia a la vez, porque no obstante todo lo que tiene y con todo lo que cuenta, en lugares tan céntricos y expuestos a la vista, como Recoleta, de repente se escucha el eco de una voz anciana que grita desesperadamente implorando compasión y misericordia a través de una limosna, o aparece la joven con un huesudo y desastrado bebé, escaso de carnes y grasa, por una ostensible inanición, o los niños que con el consentimiento y dirección de padres con una apatía irresponsable, trabajan de mendigos, al igual que en cualquier esquina nuestra, con la esperanza de que el Dios que se supone, habita muy cerca, en la Basílica del Pilar, los escuche, e incite al turista a ofrecer su dádiva, y si no es El, tal vez los espíritus del Cementerio de La Recoleta, al lado, una ciudad de importantes muertos, porque así los hay, cuyos familiares, en capacidad de enterrarlos en ostentosos mausoleos como el de la prestigiosa familia Alvear, así como en lujosas bóvedas, como la de la familia Duarte, donde hoy reside el polvo de la osamenta de Eva Perón, quien supo hacer la diferencia al promover el reconocimiento de los derechos de los trabajadores y de la mujer, así como por desarrollar una fecunda labor social en favor de los más necesitados, durante la primera presidencia de su esposo, el General Juan Domingo Perón.

Visitar Buenos Aires, uno de los centros urbanos más grandes del mundo, y no hablar de todo lo bueno, hermoso y positivo que nos brinda esta ciudad, sería un error de omisión, por lo que después de este preámbulo, pasaremos a una segunda parte, en nuestra próxima entrega.

2 comentarios:

Martha dijo...

Muy muy buena tu exposicion Gena!! Martha Mejia

Genarina dijo...

Mil gracias Martha...